Una encuesta realizada por la Cámara Nacional de Industrias en Bolivia reveló que el 48% de los encuestados considera que el contrabando es importante para la economía nacional, una percepción distinta a la de otros países donde se lo ve como delito.
Una encuesta realizada por la Cámara Nacional de Industrias en Bolivia reveló que el 48% de los encuestados considera que el contrabando es importante para la economía nacional, una percepción distinta a la de otros países donde se lo ve como delito.
Esta visión se atribuye a la convivencia ancestral con el contrabando, percibido como una fuente de ingresos fundamental en la economía informal, haciéndolo socialmente aceptado y masivo en la vida diaria boliviana.
Sin embargo, expertos advierten sobre el crecimiento del crimen organizado en el subcontinente sudamericano, especialmente relacionado con el contrabando. Según la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, Bolivia experimenta un rápido crecimiento en este fenómeno, impulsado por su asociación con otros delitos como el narcotráfico, el lavado de activos y la trata de personas.
Esta escalada de violencia se manifiesta en la muerte de al menos cinco efectivos militares bolivianos en enero de 2024. Expertos coinciden en que el comercio ilícito comparte territorios, logística y rutas con el tráfico de drogas, oro ilegal y armas, formando un complejo sistema de economías ilegales sustentado por redes criminales y violencia.