Tras la decisión de Argentina de dejar de comprar gas a Bolivia, el presidente Luis Arce propuso en la VII Cumbre del Foro de Países Exportadores de Gas en Argelia, ampliar la cooperación en investigación para aprovechar el gas natural en la producción de hidrógeno y otros productos derivados, impulsando así una transición hacia una «energía limpia».
Destacó la importancia del gas natural como combustible para el desarrollo económico y la protección del medio ambiente, abogando por la sustitución de combustibles fósiles.
Arce informó que Yacimientos Petrolíferos Bolivianos (YPFB) está invirtiendo significativamente en la búsqueda de nuevos reservorios para aumentar la producción de gas natural, invitando a los países miembros a participar en estos proyectos.
Subrayó que Bolivia industrializa el gas con la producción de urea, cubriendo la demanda interna y externa, fortaleciendo la cadena agrícola y garantizando la seguridad alimentaria global. Además, mencionó la política energética de Bolivia para 2050, centrada en la «energía confiable y sostenible» para afrontar los desafíos climáticos y garantizar el desarrollo sostenible.