En las regiones norte y este del departamento cruceño, el sector productivo enfrenta una urgencia apremiante: la aplicación de biotecnología se torna no solo vital, sino absolutamente necesaria. La cruda realidad de la sequía golpea con fuerza a Bolivia, especialmente al departamento de Santa Cruz.
La campaña de verano ha sufrido considerables pérdidas en la producción de soya y maíz, con una drástica disminución del 50% en la cosecha de este último debido a la escasez de agua.
El estrés hídrico actual en el campo genera preocupación entre los productores, particularmente aquellos dedicados a la provisión de granos. En este contexto, los productores claman por la implementación de la biotecnología como herramienta fundamental para hacer frente a los cambios climáticos. Advierten que, de no llevarse a cabo, los consumidores finales serán los más afectados, anticipando posibles aumentos en los precios de los productos básicos.
La falta de lluvia ha dejado a los productores de soya y maíz sumidos en la peor campaña de verano, con zonas que no experimentan precipitaciones desde hace tres meses. El líder de los productores soyeros, Eliazer Arellano, alerta sobre la amenaza inminente de escasez alimentaria y el aumento en los costos de la canasta familiar si no se toman medidas urgentes en el departamento de Santa Cruz.