El viceministro de Comercio Exterior, Huáscar Ajata, afirmó anoche que desde el 2015 hasta el 2020 continuamente la balanza comercial venía enfrentando déficits entre 900 millones y 1.000 millones de dólares en promedio, pero en la gestión del presidente Luis Arce se recuperó y las ventas superaron los 10.000 millones de dólares. El IBCE sugiere dar condiciones a los exportadores.
“Si bien es cierto que el 2023 cerró con un déficit en la balanza comercial, es importante resaltar que desde el 2015 continuamente se venía enfrentando déficits de entre 900 millones y 1.000 millones de dólares, en promedio. Sin embargo, desde el 2021 se recuperó con un superávit de 2.000 millones de dólares y en 2022 se registró más de 13.000 millones”, afirmó la autoridad en entrevista con el programa de Noches sin Tregua, de Cadena A.
En el caso de 2023, comparó que si bien se cerró con un déficit de 580 millones de dólares, pero si se compara con los obtenidos desde el 2015, de 900 millones o 1.000 millones, es el menor en casi una década.
No obstante, atribuyó que este déficit de la balanza comercial, principalmente, se debe al incremento de las compras de bienes de capital y suministros que son maquinaria e insumos para mantener la producción, por lo que, una caída en la importación de bienes de capital, significa que también cae la producción.Agregó que, del total de las importaciones registradas en 2023, cerca de 11.500 millones de dólares que se tienen, casi el 57% representa a suministros industriales y bienes de capital.
Según Ajata, se debe “valorar” que por tercer año consecutivo se logró mantener las exportaciones por encima de los 10.000 millones de dólares ($us 10.911 millones en 2023), ya que si se pone en contexto desde el 2015, se tuvo ventas por 8.000 millones y 9.000 millones de dólares, y mucho más en un contexto internacional complejo.
Al respecto, la gerente Técnico del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Mónica Solares, señaló que vivimos una consecuencia de lo que Bolivia no pudo lograr el 2023, ya que según datos del INE, Bolivia exportó 2.800 millones de dólares menos comparado con el 2022, eso quiere decir que, una menor cantidad de divisas ingresó al país.
“Necesitamos impulsar al sector generador de divisas, como son los exportadores, dándoles mejores condiciones, seguridad jurídica, libre exportación, que las demandas puedan ser escuchadas y llegar a consensos”, sugirió la experta en contacto con Asuntos Centrales..
Detalló que los productos que registraron menores ventas al exterior son: los hidrocarburos, minerales, oleaginosas; mientras que, la chía, quinua o la carne bovina, registraron comportamiento positivo, pero de manera general se observó una caída, a causa del descenso de los commodities. Entre lo que más compró Bolivia el año pasado están: el diésel, gasolina, barras de hierro, maquinaria, entre otros.