Se empezó a hablar de adicción al trabajo en 1971, cuando un profesor americano de religión, Oates, lo utilizó para referirse a su propio trabajo y lo comparó con el alcoholismo. Más tarde, Oates definió workaholism como una necesidad excesiva e incontrolable de trabajar incesantemente, que afecta a la salud, a la felicidad y a las relaciones de la persona.
La adicción al trabajo no sólo resulta ser un aspecto que entorpece nuestra plenitud diaria, sino que es una enfermedad potencialmente peligrosa, como cualquier adicción. Es importante distinguir que no se trata de pasar mucho tiempo en el trabajo, algo que suele pasarle a muchos, sino de que los “Workaholics” o adictos al trabajo, convierten el trabajo en una vía de escape.
El equilibrio psicológico de una persona pasa, entre otros factores, por un uso correcto de su tiempo y una diversificación de intereses vitales. Pero el mundo de hoy está dominado obsesivamente por el trabajo –y el miedo a perderlo– y por el deseo de éxito profesional.
Lo laboral es tan omnipresente en la vida de la mayoría de las personas que muchas temen los momentos de ocio como si tuvieran que afrontar un vacío existencial. Una grave anomalía social, agravada por una hiperconectividad continua que dificulta cada vez más la separación entre el trabajo y la vida privada. Ahí tenemos las raíces de la adicción al trabajo.
La mayoría de los estudios sostienen que las características de un workaholic, una persona con adicción al trabajo, pueden agruparse en las siguientes categorías:
- Tendencias compulsivas: trabajan intensamente y tienen dificultades para relajarse.
- Necesidad de tener el control total.
- Incapacidad para delegar tareas y para trabajar en equipo. Los demás no lo van a hacer tan bien, lo tengo que hacer todo yo.
- Malestar intenso cuando no obtiene el rendimiento esperado, no controla la situación o las cosas no son como él esperaba.
- Escasas relaciones interpersonales con los compañeros.
- Autovaloración centrada en el trabajo y no en el resto de su vida. Se puntúan según les ha ido su jornada laboral y por los éxitos o fracasos alcanzados en su empleo.
- Habitualmente no es reconocida por el propio adicto, siendo la familia quien lo detecta, debido al exceso de tiempo que dedica al trabajo y su compulsividad. Tiempo que resta a la familia, y ésta acaba creando un tipo de vida al margen del adicto.
Hoy en día en el contexto actual de globalización, deslocalización, y crisis económica, el desarrollo de las empresas se hace imposible sin competitividad, dedicación e implicación, y además la cada vez más difícil situación laboral en la que se hace difícil encontrar un trabajo bien remunerado y que cubra nuestras expectativas, puede provocar el suficiente miedo a dedicar más horas de las debidas o a estar constantemente pensando en tareas o proyectos laborarles, pero ese no suele ser el motivo para llegar a desarrollar una adicción al trabajo.
A continuación mostramos una tabla en la que se muestra la diferencia entre las características de la adicción al trabajo y a los hábitos laborales sanos.
CONDUCTA | HÁBITOS SANOS DE TRABAJO | ADICCIÓN AL TRABAJO |
Dedicación prolongada al trabajo, incluso en horas externas al mismo | CompromisoImplicaciónDedicaciónSentido de la responsabilidadReconocimiento de las necesidades puntuales del trabajo | Evitación de la soledad, del aburrimiento o del malestar personalEsfuerzo debido a pensamientos poco realistasIncapacidad para equilibrar la satisfacción obtenida a partir del trabajo y la obtenida a partir de otros aspectos de la vida |
Alto sentido del cumplimiento laboral | PerfeccionistaConcienzudo | Intento de justificación de la excesiva implicación en el trabajo |
Control de las actividades laborales | FiabilidadResponsabilidad | Compensación de la falta de control en otros aspectos de la vida |
Identificación personal con el trabajo | Orgullo y satisfacciónCompromiso con el trabajo | Utilización del trabajo para aumentar la autoestima que no obtiene en otra parte por medio de la obtención de logros |
La adicción al trabajo genera consecuencias negativas en la vida familiar, ya que conduce al aislamiento, al divorcio y a la destrucción de la convivencia familiar.
También pueden desarrollar problemas de salud como enfermedades cardiovasculares, gástricas, hipertensión, musculares y ansiedad.
Además, los adictos al trabajo, pueden consumir sustancias tóxicas para aumentar el rendimiento laboral y superar el cansancio y la necesidad de dormir, lo que complica todavía más la situación.