Inédita historia de un pescador que fue tragado y devuelto por una ballena

Cual si fuera una historia de ficción, el pescador estadounidense de 56 años, Michael Packard fue tragado por una ballena y lanzado al agua minutos después, mientras buceaba en busca de langostas, la mañana del viernes 11 de junio.

Packard manifestó que estaba buceando, de repente sintió un fuerte empujón y la oscuridad lo envolvió, al ver en interior, se dio cuenta que fue tragado por una ballena, dentro de la boca del gigante marino permaneció entre 30 y 40 segundos. Este hecho ocurrió en las costas de Provincetown, en Massachusetts, Estados Unidos.

Primero pensó que fue comido por un escualo blanco, sin embargo, descartó esa posibilidad. Necesitó un poco de tiempo para comprender que fue ingerido por una ballena azul.

“Sucedió todo tan velozmente. Mi único pensamiento era cómo salir de su boca”

Aseveró Packard, según reporte de la agencia ANSA Latina.

Afortunadamente, Packard tenía una bomba de oxígeno para respirar, con la que se lanzó al agua, el pescador comenzó a pensar en una vía de escape, consciente que el enorme mamífero podría hacer de él lo que quisiera.

Luego de unos segundos, la ballena emergió a la superficie, luego comenzó a mover su cabeza, debido a un ataque de tos y en pocos segundos, el marinero estaba en el agua, vivo y a salvo.

Packard expresó que no podía creerlo, con una sonrisa en el rostro al narrar su increíble historia en el hospital donde fue internado para efectuarle controles, posteriormente fue dado de alta.

A pesar de las súplicas de su esposa para que cambie de trabajo, él dice que no piensa dejar su oficio de buzo que desempeña desde hace 40 años en el Cabo Cod, una península en el extremo Oriental del estado de Massachusetts.

Esta historia es comparada con el bíblico acontecimiento de Jonás, asimismo, los cuentos de Moby Dick y Pinocho.

Massachusetts es uno de los lugares más conocidos en el mundo por el avistamiento de ballenas jorobadas, las cuales pueden crecer hasta alcanzar al menos 15 metros de largo y pueden llegar a pesar aproximadamente 36 toneladas.

Algunos expertos en el área catalogaron como un “incidente” este acontecimiento, ya que las ballenas azules no son animales agresivos, y menos aún con los seres humanos.

/MDCB

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