La hija pagó $us 5.000 a sicarios chilenos para acabar con la vida de su padre. El crimen no se ejecutó y las mujeres fueron aprehendidas
Lo que parecía ser la suerte de una mujer por encontrarse un celular en la calle, terminó salvando la vida de un hombre, de 53 años, esto luego de que revisara el dispositivo móvil y descubriera los mensajes de audio de la hija y la madre del hombre en la mira. La muchacha había contratado a sicarios para que victimaran a su padre.
La joven, que tenía en manos el celular de uno de los sicarios que venía haciendo seguimiento a su víctima desde el 24 de marzo, quedó aterrada al ver las conversaciones y decidió reportar el hecho a la Policía.
Las autoridades realizaron operativos y llegaron hasta el barrio San Luis, zona del Plan Tres Mil, lugar donde se aprehendió a una joven de 20 años, hija que había planificado el parricidio, además de la esposa de éste, una mujer de 47 años. Ambas están en celdas policiales y a la espera de su audiencia cautelar, que se realizará este viernes.
La fiscal que investiga el caso, Fátima Ramírez, indicó en contacto con EL DEBER que la hija había contratado a los sicarios de nacionalidad chilena, de quienes se desconoce aún sus identidades, y que incluso había pagado parte de los $us 5.000.
«Ambas mujeres están en calidad de aprehendidas y ya se puso el caso a conocimiento del juez, por eso, este viernes por la mañana se realizará su audiencia cautelar», explicó la fiscal.
La hija es imputada por tentativa de parricidio y la madre, por tentativa de asesinato. Lo irónico del caso es que el hombre de 53 años, de ocupación taxista, se encuentra acompañando a su familia y no ha emitido ninguna opinión sobre el plan macabro.
En el teléfono móvil había audios y fotografías, los sicarios tenían imágenes de las armas que iban a utilizar y también fotografía del padre. El seguimiento a la víctima debía empezar el viernes y el crimen, el lunes 27 de marzo. Es más, los sicarios recibieron parte del dinero para que tengan con qué movilizarse.
«Se desconoce cuál fue el motivo por el que no ejecutaron el plan, se están realizando las investigaciones, pero se sabe que los sicarios huyeron y arrojaron el celular», explicó la fiscal.
Según la fiscal, la hija confesó que sentía rencor y odio hacia su padre, porque era demasiado celoso con su madre y las discusiones eran constantes, problemas que arrastraba desde que era niña. «La esposa tenía conocimiento del plan de su hija y no la denunció», dijo Ramírez.
Otro de los detalles colectados durante las primeras investigaciones es que los 5 mil dólares prometidos a los sicarios era dinero que se iba a obtener de la misma víctima, una vez fallecida.
Fuente EL DEBER