El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró que unos 45 países han ofrecido ayuda después del devastador terremoto y las fuertes réplicas que aún continúan.
La serie de potentes terremotos que ha sacudido hoy la zona fronteriza entre Turquía y Siria ha dejado, de momento, 1.941 muertos y casi 10.000 heridos en los dos países, y ha derruido miles de edificios.
Al menos 1.121 personas han muerto y otras 7.643 han resultado heridas en Turquía, según el servicio de emergencias de este país, Afad.
En Siria, inmersa en más de una década de guerra civil, la zona afectada se divide entre el territorio controlado por el Gobierno de Bachar al Asad y el último enclave del país controlado por la oposición, que está rodeado por fuerzas gubernamentales respaldadas por Rusia.
Así, el sismo ha dejado al menos 430 fallecidos y 1.315 heridos en zonas en manos de Damasco en las provincias noroccidentales de Tartus, Latakia, Hama y Alepo, según la agencia oficial de noticias SANA.
Por otro lado, en la provincia noroccidental de Idlib, el último bastión opositor del país, y en otras partes de la vecina Alepo que también se escapan al control de Damasco se han contabilizado otras 390 víctimas mortales y unos mil heridos, de acuerdo con el grupo de rescatistas Cascos Blancos.
“Es el sismo más fuerte desde el terremoto de Erzincan de 1939. Según las últimas evaluaciones es de 7,7. Hay graves daños también en las zonas vecinas de Siria”, dijo el mandatario turco, al confirmar que se han registrado derrumbes o daños graves en más de 2.800 viviendas y que se ha rescatado con vida a 2.470 personas de los escombros.
Estas zonas opositoras son fronterizas con Turquía y se encuentran más cerca del epicentro, por lo que la diferencia en el balance podría deberse a su menor capacidad de coordinar el recuento al no haber una única autoridad gubernamental a cargo de las operaciones de rescate.
Es previsible que la cifra aumente considerablemente, pues centenares de edificios han colapsado o sufrido graves daños y aún permanece gente entre los escombros.
El primer gran terremoto se registró a la 4:17 horas y tuvo una magnitud de 7,7, según el servicio de emergencias turco Afad, con epicentro en Pazarcik en la provincia turca de Kahramanmaras.
Las bajas temperaturas y la nieve en la zona, donde también hay territorios montañosos de difícil acceso, complican las tareas de rescate.
En Siria, inmersa en más de una década de guerra civil, la zona afectada se divide entre el territorio controlado por el Gobierno de Bachar al Asad y el último enclave del país controlado por la oposición, que está rodeado por fuerzas gubernamentales respaldadas por Rusia.
Así, el seísmo ha dejado al menos 785 muertos y 1.508 heridos en territorio sirio, entre ellos 403 fallecidos y 1.284 heridos registrados en zonas en manos de Damasco en las provincias noroccidentales de Tartus, Latakia, Hama y Alepo, según la agencia oficial de noticias SANA.
Por otro lado, en la provincia noroccidental de Idlib, el último bastión opositor del país, y en otras partes de la vecina Alepo que también se escapan al control de Damasco se han contabilizado otras 382 víctimas mortales y un millar heridos adicionales, de acuerdo con el grupo de rescatistas Cascos Blancos.
Estas zonas opositoras son fronterizas con Turquía y se encuentran más cerca del epicentro, por lo que la diferencia en el balance podría deberse a su menor capacidad de coordinar el recuento al no haber una única autoridad gubernamental a cargo de las operaciones de rescate.
Es previsible que la cifra aumente considerablemente, pues centenares de edificios han colapsado o sufrido graves daños y aún permanece gente entre los escombros.
Temblores en muchos puntos
El sobresalto sacó de la cama a las 1.17 GMT a miles de personas a ambos lados de la frontera, con el sismo derribando edificios en un área amplísima de cientos de kilómetros que va desde el norte de Siria, desde ciudades como Alepo, hasta el sureste de Turquía, donde ha resultado afectada la mayor ciudad turca de la región, Diyarbakir.
El sismo se sintió también con fuerza en el Líbano, incluida Beirut.
El epicentro se halló en Pazarcik en la provincia de Kahramanmaras, según el servicio de emergencias turco Afad, aunque el observatorio sísmico de Kandilli lo ubica en Sofalici, en la provincia vecina de Gaziantep, unos 40 kilómetros más al sur.
La fuerza del terremoto la situó en 7,8 el Servicio Geológico de Estados Unidos, mientras que Afad lo establece en 7,7.
Horas después, otro temblor de 7,6 grados volvió a sacudir la zona, también con su epicentro en Kahramanmaras, a unos 80 kilómetros del primero.
Uno de los símbolos de la enorme destrucción del sismo es el histórico castillo romano de Gaziantep, que llevaba en pie más de 1.700 años y que ha sido arrasado por el temblor.
También ha sufrido daños la ciudadela histórica de Alepo, en Siria, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.