La Convención del Patrimonio Mundial de la UNESCO celebra su 50 aniversario. ¿Son los conceptos de esta organización exitosos a la hora de preservar sitios culturales y naturales?
La invasión rusa de Ucrania es también una guerra contra la cultura. La UNESCO, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, está preocupada por los siete sitios del patrimonio mundial en territorio ucraniano, confirmó a Deutsche Welle Roman Luckscheiter, secretario general de la Comisión de la UNESCO de Alemania.
Hace 21 años, la milicia talibán afgana destruyó las famosas estatuas de Buda de 36 y 53 metros de altura en Bamiyán. También estaban en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, pero no sirvió de nada.
Nacimiento del Patrimonio Mundial
Hace exactamente 50 años, la comunidad internacional aprobó la «Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Natural y Cultural», más conocida como «Convención del Patrimonio Mundial de la UNESCO”. Hasta la fecha, se han sumado 194 países. El motivo principal fue entonces la pérdida de bienes culturales durante la Segunda Guerra Mundial, pero más aún la construcción de la presa egipcia de Asuán, en la década de 1960.
La campaña de solidaridad impulsada entonces demostró que la protección de monumentos, pueblos antiguos, reservas naturales y su preservación para la posteridad solo se puede lograr con ayuda internacional.
Roman Luckscheiter, secretario general de la Comisión de la UNESCO de Alemania, cree que hay debatir sobre el patrimonio de la Unesco en peligro, como la Acrópolis de Atenas, en Grecia.
Patrimonio Mundial, «totalmente importante»
«Sigo pensando que el patrimonio mundial, es decir, el patrimonio natural y cultural, es una idea maravillosa y, desde una perspectiva global, totalmente importante», dice Kathrin Vohland, directora del Museo de Historia Natural de Viena, a Deutsche Welle. «Y es que pone claramente de manifiesto que estamos juntos como humanidad, y que nosotros, como humanidad, tenemos una evolución cultural”, aclara. Y de hecho, la preservación del patrimonio mundial parece hoy más importante que nunca en vista del cambio climático, el aumento constante de la densidad poblacional, el consumo descontrolado de recursos y los conflictos armados.
La Lista del Patrimonio Mundial incluye 1.154 sitios en todo el mundo; de estos, 51 se hallan en Alemania. Las catedrales de Aquisgrán y Colonia son tan importantes como los testimonios de la Bauhaus en Weimar, Dessau y Bernau, los monumentos industriales de la región del Ruhr y el Sarre o las ciudades antiguas de Stralsund, Wismar, Lübeck y Ratisbona. Y, por último, pero no menos relevantes, las cuevas y el arte de la Edad de Hielo del Jura de Suabia. Más recientemente, se han sumado el conjunto de edificaciones Mathildenhöhe en Darmstadt, y el Limes germano, la línea de fuertes fronterizos del Imperio Romano.
Kathrin Vohland, directora del Museo de Historia Natural de Viena, critica que muchos monumentos Patrimonio de la Humanidad están concentrados en Europa. En la imagen, la catedral de Colonia, Alemania, patrimonio de la UNESCO.
Reunión una vez al año
Una vez al año, un comité de selección de la UNESCO se reúne para decidir qué edificios, monumentos naturales u obras de arte se consideran Patrimonio Cultural de la Humanidad y, por lo tanto, deben protegerse de manera especial. Debido a la pandemia de coronavirus, no se celebró su última reunión presencial en verano de 2021 en Fuzhou, China, sino por videoconferencia. Stephan Dömpke, presidente fundador de la red global para la protección del Patrimonio Mundial de la UNESCO, «World Heritage Watch», criticó la falta de tiempo y un «programa completamente sobrecargado».
Dömpke dijo al periódico Neues Deutschland que la mayoría de los sitios solicitados se decidieron sin haberse debatido. Además, dos sitios: la Acrópolis de Atenas y el Istmo de Curlandia, en peligro por proyectos de construcción y por el turismo, ni siquiera estaban en la lista de los temas a tratar.
De los 17 sitios en debate, los expertos recomendaron siete para la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro, entre ellos, Venecia, el Valle de Katmandú y la Gran Barrera de Coral de Australia, pero eso fue rechazado por Rusia, China, Brasil, Egipto, Sudáfrica, Nigeria, Etiopía, Tailandia y Arabia Saudita. «Los países con patrimonio mundial en peligro», resumió Dömpke, «pueden continuar, como antes, con el abandono o la destrucción sin sentido de sus sitios en peligro».
A Kathrin Vohland, directora del Museo de Historia Natural de Viena, le molesta la desigualdad de la lista: «Sería positivo si los sitios del Patrimonio de la Humanidad estuvieran más dispersos a nivel mundial». De momento, están concentrados «sobre todo en Europa». «Los países del sur global también deberían ser más visibles con sus logros culturales y sus características locales, aunque solo sea como una forma de reconocimiento», sugirió la experta.
Así y todo, para Roman Luckscheiter, la Convención del Patrimonio Mundial de la Humanidad encarna la idea de la cooperación internacional y la solidaridad para promover la paz. De cara a la guerra en Ucrania, la convención es «hoy más relevante que nunca».
(rmr/cp)